Porque así deben ser todos los días, sin violencia. La violencia contra las mujeres y las niñas se presenta en diversas formas y afecta a muchas personas en todo el mundo.
La violencia contra las mujeres y niñas constituye un problema de inmensas proporciones que se generaliza en el mundo entero. Al menos una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido maltrato, ha sido forzada a mantener relaciones sexuales o ha padecido algún tipo de abuso a lo largo de su vida, generalmente por parte de alguien conocido. Por esta razón se llama a los gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales a que coordinen actividades destinadas a sensibilizar a la opinión pública respecto al problema.
Los defensores de los derechos de las mujeres establecieron a partir de 1981 el 25 de noviembre como día contra la violencia.
El 20 de diciembre de 1993, la Asamblea General de la Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer
El 17 de diciembre de 1999, se designó el 25 noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, a través de la resolución 54/134. La fecha fue elegida como conmemoración del brutal asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas y defensoras de los derechos de la mujer en República Dominicana, por orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo (1930-1961). La propuesta para que se celebrara en esa fecha la realizó República Dominicana, con el apoyo otros 60 países.
El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer también constituye el punto de partida de los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, que se prolongan hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
La violencia contra la mujer presenta numerosas facetas que van desde la discriminación y el menosprecio hasta la agresión física, psicológica, sexual, económica y el asesinato. Este mal que envuelve los tiempos, se podrá leer estadísticamente, pero jamás se logrará comprender la magnitud de las secuelas que la misma genera.
La educación de la mujer va de la mano con la prevención de la violencia. Aprender a reconocer las distintas formas y no dejar que estas formen parte de la vida. Hablar, exponer ideas y decir lo que piensas. Una vida sin violencia es un derecho humano fundamental.
"La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz." (Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas)
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